miércoles, 12 de diciembre de 2007

HAY QUE RENACER: PERDÓN Y NUNCA MAS DOLOR, FRUSTRACIÓN Y PÉRDIDA

Quienes firmamos esta declaración nos sentimos frustrados por el fracaso de la forma actual en la que se practica la política y por la situación extrema en la cual se encuentra nuestro partido. En este escenario de conflicto nadie gana, más aún, todos perdemos y eso le hace mal a Chile y a su gente.

Ha sido un proceso largo, en el cual una seguidilla de errores ha llevado a que el deterioro de la convivencia se trata de recomponer por la vía de la imposición, desde uno y otro lado.

¿Cómo llegamos a este punto?

Estamos frente a grupos que no tienen voluntad de construir acuerdos y son incapaces de superar sus diferencias históricas que se arrastran por casi 40 años. En este permanente conflicto se han destruido mutuamente y están llevándonos a la destrucción del Partido Demócrata Cristiano. En los últimos 15 años, figuras como Valdés, Foxley, Alvear y Zaldívar, entre otros, han caído victima de la mezquindad de unos y otros.

El campo de batalla ha sido la estructura del Partido Demócrata Cristiano y en el afán de conseguir el control interno no se ha trepidado en dejar de lado valores cívicos indispensables para aunar voluntades tras un objetivo común de equidad, seguridad y oportunidades.

Llamado:

Hacemos un llamado a una profunda reflexión personal de cada militante y dirigente de nuestro partido y los invitamos a asumir con humildad los errores del pasado, por no haber hecho todo lo que podíamos para impedir estas malas prácticas políticas y a comprometernos a que nunca más sucedan. Nosotros desde ya lo hacemos.

Tenemos plena fe y ratificamos la vigencia de los principios humanistas cristianos y creemos que apegados a ellos, reviviéndolos, el Partido y todos los militantes podremos volver a prestar al país el servicio que los chilenos se merecen.

Germán Acuña, Osvaldo Artaza, Raul Donckaster, Andrés Palma, Guillermo Pickering, Felipe Sandoval y Marcelo Trivelli