Por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente del Senado
Haciendo uso de las atribuciones que le confiere la Constitución, la Presidenta Michelle Bachelet dispuso hacer modificaciones en su gabinete. Como es de público conocimiento, los ministros de Estado son de exclusiva confianza del Presidente de la República, quien puede cambiarlos en el momento y por las razones que estime pertinentes.
No es una medida fácil de adoptar. Sé perfectamente lo que la Presidenta sintió. Pero ella está para gobernar y tomar decisiones pensando en el bien del país. Por eso hay que aceptar y apoyar su resolución, aunque a veces duela. Así es como funcionan las democracias en todo el mundo. Todos los mandatarios en algún momento realizan cambios en sus colaboradores más inmediatos. Algunos antes, otros después, pero todos lo hacen.
Por eso es que no entiendo el revuelo que esta situación ha provocado al interior de la Concertación. El país mira perplejo las acusaciones cruzadas que van y vienen desde un partido a otro, en vez de concentrarnos en sacar adelante las tareas que la Presidenta fijó como prioridades para su mandato y que quedaron claramente establecidas en su cuenta ante el Congreso Pleno.
Resulta insólito que incluso algunos estén pensando en eventuales candidaturas para las elecciones presidenciales del 2009 cuando faltan tres años para esos comicios y el gobierno lleva apenas cuatro meses en funciones. Creo que es una falta de criterio político y una irresponsabilidad ante la Presidenta y la ciudadanía. Si hemos recibimos nuevamente su respaldo por estos cuatro años, no es para hacer política ficción, sino para enfrentar y solucionar los problemas del país.
Las diferencias que puedan existir, que por cierto pueden ser muy legítimas, se conversan en el lugar adecuado, en el momento preciso y con espíritu fraterno. Ese es el estilo político que ha permitido a la Concertación ser una coalición sólida y respetada, estilo del cual no debemos apartarnos, bajo ninguna circunstancia.
Es curioso que el oficialismo se haya enredado en estas inútiles discusiones, precisamente en los mismos días en que el Gobierno formuló anuncios económicos y sociales de gran importancia para el desarrollo de Chile. Uno de ellos es el Plan Chile Compite anunciado por el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y que contiene reformas económicas en las áreas del emprendimiento, del mercado de capitales, en tecnología e investigación, y en institucionalidad para el crecimiento.
Otra, fue el anuncio de la Presidenta Bachelet sobre la nueva política de vivienda, articulada por la ministra Patricia Poblete, la que además de ayudar a disminuir el déficit habitacional permitirá a las familias más pobres optar a ser propietario de una casa de mejores condiciones que las entregadas en la actualidad.
Iniciativas como estas son las que la gente espera. Tenemos que mostrar con obras de que somos dignos portadores de la confianza que nos ha brindado la ciudadanía. Por eso, una vez más desde esta tribuna, reitero mi llamado a que la Concertación apoye decididamente los proyectos de nuestro gobierno. Sembremos hoy para cosechar el día de mañana.
No es una medida fácil de adoptar. Sé perfectamente lo que la Presidenta sintió. Pero ella está para gobernar y tomar decisiones pensando en el bien del país. Por eso hay que aceptar y apoyar su resolución, aunque a veces duela. Así es como funcionan las democracias en todo el mundo. Todos los mandatarios en algún momento realizan cambios en sus colaboradores más inmediatos. Algunos antes, otros después, pero todos lo hacen.
Por eso es que no entiendo el revuelo que esta situación ha provocado al interior de la Concertación. El país mira perplejo las acusaciones cruzadas que van y vienen desde un partido a otro, en vez de concentrarnos en sacar adelante las tareas que la Presidenta fijó como prioridades para su mandato y que quedaron claramente establecidas en su cuenta ante el Congreso Pleno.
Resulta insólito que incluso algunos estén pensando en eventuales candidaturas para las elecciones presidenciales del 2009 cuando faltan tres años para esos comicios y el gobierno lleva apenas cuatro meses en funciones. Creo que es una falta de criterio político y una irresponsabilidad ante la Presidenta y la ciudadanía. Si hemos recibimos nuevamente su respaldo por estos cuatro años, no es para hacer política ficción, sino para enfrentar y solucionar los problemas del país.
Las diferencias que puedan existir, que por cierto pueden ser muy legítimas, se conversan en el lugar adecuado, en el momento preciso y con espíritu fraterno. Ese es el estilo político que ha permitido a la Concertación ser una coalición sólida y respetada, estilo del cual no debemos apartarnos, bajo ninguna circunstancia.
Es curioso que el oficialismo se haya enredado en estas inútiles discusiones, precisamente en los mismos días en que el Gobierno formuló anuncios económicos y sociales de gran importancia para el desarrollo de Chile. Uno de ellos es el Plan Chile Compite anunciado por el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y que contiene reformas económicas en las áreas del emprendimiento, del mercado de capitales, en tecnología e investigación, y en institucionalidad para el crecimiento.
Otra, fue el anuncio de la Presidenta Bachelet sobre la nueva política de vivienda, articulada por la ministra Patricia Poblete, la que además de ayudar a disminuir el déficit habitacional permitirá a las familias más pobres optar a ser propietario de una casa de mejores condiciones que las entregadas en la actualidad.
Iniciativas como estas son las que la gente espera. Tenemos que mostrar con obras de que somos dignos portadores de la confianza que nos ha brindado la ciudadanía. Por eso, una vez más desde esta tribuna, reitero mi llamado a que la Concertación apoye decididamente los proyectos de nuestro gobierno. Sembremos hoy para cosechar el día de mañana.
DECLARACIÓN DE EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE EN>>> SENADO.CL

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