ReVoLuCióN Es Lo QuE qUiErO, PeRo ReVoLuCiÓn En LiBeRtAd

AMIGOS AQUI EL RSULTADO DE NUESTRO TRABAJO DEL ENCUENTRO DE LAS JUVENTUDES POLITICAS DE CENTRO DEL CONO SUR EN BUENOS AIRES, DEL CUAL FORME PARTE.

TEXTO ÍNTEGRO DEL CONSENSO DE SAN FERNANDO

CONSENSO DE SAN FERNANDO

A- Comunitarismo

Comunidad es común unidad; y ese es nuestro proyecto para América Latina. Como hijos del único continente auténticamente mestizo, queremos expresar nuestro amor por nuestra patria continental trabajando por su integración plena y multifuncional. Nos une la pasión por América Latina y una concepción del hombre y de la sociedad inspirada en la filosofía del humanismo integral, una fuente doctrinaria vital y creadora. Esta identidad, de jóvenes latinoamericanos humanistas cristianos volcados a la acción social y política, es nuestro orgullo y la base más sólida para nuestro actuar.

Nuestra propuesta comunitaria para América Latina se inspira en principios y valores del humanismo cristiano. De allí extraemos algunas ideas fuerza que articulan nuestro discurso y nuestro actuar:

Desmitificar lo político: Sentimos que la única manera de cambiar nuestras sociedades es mediante la política. Sin embargo, ella corre serios riesgos en América Latina por estar desprestigiada e identificada únicamente con la actividad de los dirigentes políticos. Queremos reivindicar el papel de la política, así como destruir los prejuicios que la amenazan. Sin participación, sin protagonismo de cada ciudadano, la política decae y desaparece.

Libertad y solidaridad: Ambos principios son el contexto en el cual viven las comunidades. Ellos exigen políticas públicas diseñadas para generar horizontalidad; para trabajar de igual a igual, en comunidad, políticas que rechacen el asistencialismo y expresen la responsabilidad social de todos los actores sociales.

Política y amor: El amor consiste en dar algo sin exigir nada a cambio. La política requiere de amor para cumplir su propósito, pues de otra forma la búsqueda del bien común cede ante los intereses particulares. En la medida en que la política está inspirada en el amor, la práctica y el actuar se transforman en una necesidad ineludible.

Consideramos que inspirados en estas ideas, el comunitarismo puede señalar un camino de integración para las sociedades latinoamericanas dentro de ellas y entre ellas. Nos duele la pobreza y la marginalidad, así como nos preocupan las desigualdades porque destruyen la cohesión social. Creemos, por lo tanto, en la superación de la pobreza y también en la integración de clases; rechazamos tanto los igualitarismos utópicos como los modelos de sociedad que conducen a la desintegración y segregación social.

También creemos en la necesidad de generar una interculturización latinoamericana. Nuestro continente es un mosaico de realidades, y sería un error desperdiciar las oportunidades de crecimiento que esa riqueza nos ofrece. Junto a esta dimensión cultural de la integración, creemos importante reflexionar sobre otras dimensiones de la integración, como por ejemplo la libre circulación de personas a lo largo del continente y la creación de un mercado común latinoamericano.

Queremos formular nuestras propuestas desde el diálogo con las personas, para conocer sus necesidades. No podemos olvidar que la política aborda sujetos, no objetos. Esta actitud además permite proporcionar soluciones y políticas públicas efectivas; de otra forma, ellas tienden a fracasar por el desconocimiento de las complejidades de cada problema.

En definitiva, el comunitarismo es nuestra propuesta para lograr la unidad latinoamericana. Creemos que en la comunidad está el espacio donde la persona puede alcanzar la felicidad y por esto, como líderes jóvenes, asumimos el compromiso de formar comunidad donde vayamos y crear una gran comunidad latinoamericana.

B - Economía social de mercado

Partiendo de la concepción de persona humana como base de nuestra acción, al pensar el sistema económico que tratamos de desarrollar, debemos contar con una democracia real, deliberante, material y popular. No basta con cumplir con las formas, debemos atender al contenido, respetando la organización del Estado, las normas que habilitan la participación de las sociedades intermedias y aceptando que estas informen las decisiones públicas para que de esta manera el sistema active y controle con la participación de todos los actores (Instituciones públicas, empresas públicas y privadas, comunitarias, sociedades civiles, organizaciones y personas)

1. Empresa

Comprendemos, dentro del sistema al que hacemos propuestas, a las empresas grandes, pequeñas y micro en especial fomento en estas ultimas

Distinguimos no por tamaño, sino por concepto de origen desarrollo y espíritu, empresas privadas propiamente tal y comunitaria.

1.1 Empresa comunitaria

Expresión del comunitarismo en cuanto forma de organización humana en la actividad empresarial. Se destaca por su estructura horizontal, la participación, la autogestión y la estrecha unión entre capital y trabajo.

Nuestros sistemas jurídicos y económicos deben acoger esta especial forma de emprendimiento, procurando su fomento y otorgando un marco jurídico y fiscal propio.

2. Capital Humano

La fuerza de trabajo es uno de los factores fundamentales del proceso productivo, y actualiza una de las facultades esenciales de la persona humana. Es por ello que damos cuenta de la necesidad de que nuestros sistemas nacionales e internacionales asuman con especial esfuerzo el deber de promover en la región un desarrollo demográfico que, con respeto a los derechos fundamentales y en una clara opción por la vida, tienda a la distribución equitativa de la población en el territorio. Este capital humano debe contar con una educación y capacitación permanente que enaltezca su dignidad humana y no los transforme en meros instrumentos. Lo anterior es tanto un esfuerzo público como privado.

3. Energía y Ecología

3.1 Energía

Es imperioso que, tomando conciencia de que estamos frente a un factor estratégico, impulsemos conjuntamente en el ámbito regional, una política energética de explotación, planificación y distribución que, aunando nuestras potencialidades y capacidades, dé una respuesta efectiva a las necesidades regionales y nacionales.

3.2 Regulación ecológica

Debemos acordar una regulación ecológica uniforme de todas las actividades, no sólo empresarial, que recoja y exprese los principios del desarrollo sustentable y asegure a la persona humana un espacio para su desarrollo integral.

4. Rol del Estado

Cuando concebimos al Estado como una organización al servicio del hombre, entendemos que debe estar dotado de las facultades necesarias para ser un agente:

Regulador de la actividad económica y empresarial
Con iniciativa empresarial en las áreas sensibles, a saber; Educación, salud, vivienda y servicios básicos; efectiva distribución de la riqueza; y normativo de la probidad y promotor de la transparencia

5. Inversión en Infraestructura

En nuestros sistemas debemos promover la inversión en infraestructura, pues promoviendo de esta forma el desarrollo económico y social, se benefician todos los sectores de la sociedad de manera efectiva y permanente. Este esfuerzo debe surgir de la iniciativa estatal, privada y mixta.

6. Conclusión

Un estado con facultades públicas y privadas suficientes para responder a las necesidades de todos, que resultan de un proceso democrático, sin reducir o ampliar el Estado.

“Tanto mercado como sea posible, y tanto estado como sea necesario”

C- Integración latinoamericana

Los individuos son seres sociales que necesitan vivir en comunidad para desarrollarse y explotar sus máximas potencialidades. El orden jurídico político regulado por un estado permite que la convivencia sea posible entre grandes grupos de personas: reglas que permiten la subsistencia de todos sin distinción de clase, raza, religión, sexo, etc. y permiten el desarrollo subliminal del ser entendido como la educación y racionalidad.

El principio fundamental del proceso de integración que demandamos y por el cual trabajamos, es la primacía de la persona humana, de la cual deriva el respecto irrestricto que deben tener las instituciones nacionales y supranacionales por los derechos humanos y la dignidad de las mujeres y hombres de nuestra América.

De dicha primacía arranca la prioridad en la búsqueda y en la construcción de un orden social justo y equitativo, reflejado en la acción de cada uno de los Estados en la cooperación de todos los sectores que conforman la sociedad latinoamericana.

Proponemos asumir, generar, promover y difundir liderazgos que hagan hincapié en el encuentro entre naciones hermanas, en una integración multidimencional entendiendo los desafíos y escollos que conlleva esta tarea, respetando las diferencias y potenciando las similitudes sociales y culturales.

Considerando como sus objetivos el posibilitar el fortalecimiento de la sociedad civil, permitiendo en nuestras distintas naciones partir de una plataforma de dignidad y sustentabilidad que conduzca a la concientización de nuestras bases sociales en lo imprescindible que es la integración para el fortalecimiento de nuestras naciones, el desarrollo de nuestra región en un clima de acercamiento fraternal entre nuestros países.

La integración tiene que ser una política de Estado a largo plazo, referido a las instituciones y no a las personas para que trascienda como un proceso estable y continuo, más allá de los gobiernos de turno. Estas instituciones deben promover la participación de una sociedad civil que sienta un compromiso intrínseco con la esencia de lo que significa una integración para nuestros países hermanos.

Nuestras naciones presentan brechas sociales, económicas, jurídicas, etc. Los procesos de integración deben tender a favorecer el equilibrio, disminuir estas diferencias injustas, para que cada país pueda explotar sus máximas potencialidades. La solidaridad entre naciones en nuestra comunidad latinoamericana es imprescindible para este proceso de efectiva integración.

La integración no supone homogenización de las culturas o las identidades particulares de cada país o región. Como pueblo latinoamericano hemos sido golpeados por una historia injusta: imperialismos colonizadores explotadores de nuestras riquezas, e imperialismos económicos que subsisten hasta hoy. A partir de un pasado que puede parecer triste, enfrentamos un futuro esperanzador. Este mismo pasado también nos encuentra como una comunidad geográfica y lingüísticamente cercana. Nos convierte en un solo colectivo de hermanos fraternos, unidos y solidarios.

La integración se construye en un proceso multidimencional, tanto social cultural, político y económico por ende comprendemos que una verdadera integración solo se lograra como tal en la medida que avancemos en todas y cada uno de estas dimensiones, comprendiendo su complejidad y envergaduras, también comprendemos que estas dimensiones, no se sustentan cada una en procesos de desarrollo atomicista si no en el avance articulado y complementario de cada de cada una de estas.

San Fernando. Argentina. 14 de abril de 2007

Firmado por

Héctor Gárate Presidente JODCA y JDC Chile

Enrique Álvarez Jaque Vicepresidente JDC Chile

Mariela Álvarez Vicepresidente JDC Chile

Magdalena Montero Presidenta JDC Uruguay

Fernando Gril Presidente Nacional Generación Democrática

Cristian Aguilar

Fernando Muñoz León

Cristian Zuñiga

Sebastian Martínez

Rosario