No hay nada que perder, sino mucho que ganar, cuando en el decir y en el obrar existe la congruencia justa. Estamos aquí una vez más, con el peso de nuestros actos, con la conciencia de ser protagonistas activos de una sociedad que nos llama a servir. Hacemos nuestro el lema de Alberto Hurtado, al decir “los jóvenes están hechos para el heroísmo y no para la mediocridad”, más aun cuando optamos libremente por una opción política, cristiana e inspirada en valores de igualdad, superación, desarrollo y por sobre todo fraternidad.
Estamos llamados a reconstruir la reserva ética del partido, después de años de silencio y complicidad mal entendida, que a partir de nuestra propia coherencia y estilo pasemos a ser el aguijón y exigencia permanente a la JDC y al partido en general, que no le permita olvidar que su diario proceder debe siempre concordar con los valores y principios que ayer como hoy lo inspiran.
Con el respeto a la historia, no nos han de servir los recuerdos ni las visiones nostálgicas. Hay que ser capaces de construir con innovación y amplitud el frente juvenil que nuestro partido necesita. Necesitamos una JDC Activa, con opinión propia, por sobre las diferencias que nublan las visiones de futuro. Fortalecer lo ganado, rectificar las faltas y mirar el futuro con verdad, lealtad y renovación.
Te invitamos a discutir y a ponerte de acuerdo, a analizar y a sintetizar. Te invitamos a conversar del futuro, de derechos humanos y justicia en el siglo XXI, de pobreza y juventud, de educación, de sexualidad y SIDA, de divorcio y matrimonio, de servicio militar y objeción de conciencia, de tolerancia, homosexualidad e igualdad, de arte y cultura, democratización tecnológica, pobreza y oportunidades. Te invitamos a conversar de la Vida.
Sacudámonos el polvo acumulado, salgamos del letargo, acortemos las distancias que nos dividen y nos debilitan para decir juntos al Partido lo que queremos, lo que soñamos y lo que no nos gusta. Para llamar las cosas por su nombre, para decir que NO cuando otros por cobardía dicen que sí. para apoyar y colaborar cuando así lo amerite. Para mantener un constante cuestionamiento a lo establecido y las instituciones que nos permitan dar un nuevo rostro a la JDC, para dar vida, futuro y tiraje a un partido que se muere de viejo y latero, a un partido que simplemente ya no encanta.
Te invitamos a trabajar, a construir un nuevo espacio, a ganar lo que no nos quieren dar pero que nos pertenece por derecho. Te invitamos a expresarte, a dar tu opinión, a decir la verdad con la frente en alto y sin miedo. Te invitamos a volar, a soñar a ser jóvenes en un partido que simplemente no queremos que se marchite y desaparezca sin nosotros.
Se requiere la capacidad de liderar temas, abordar con seriedad aquellos que implican causas por las cuales nuestra misión nos exige. El hoy nos pide profundizar la democracia, más allá de entenderla como el ejercicio de nuestros derechos ciudadanos. Cuando 2.500.000 de Chilenos no esta inscrito en los registros electorales, otro millón vota nulo, blanco o se abstiene de hacerlo. Debemos a lo menos tener la humildad y visión suficiente para preguntarnos en que estamos errando. Debemos cuestionar en lo más profunda las raíces de la forma en que hemos y han construido el sentido de política los últimos quince años.
Transformarlo en una constante es considerar a la democracia como un espacio pleno de participación, sea esta en las poblaciones, colegios, liceos y universidades, los gremios y el propio partido. Ser capaces de ir más allá del impulso utópico y mesiánico. El empleo juvenil, fuera del contexto del mercado que entiende a la juventud en vías de preparación para insertarse al sistema productivo. Saber representar los intereses de una juventud desencantada, que no es el escaso numero que hoy se inscribe para votar. Hay otros que claman en silencio una cuota de participación.
La nuestra es una invitación a dejar de ser un partido de centro, Don Jaime Castillo Velasco decía que esa era una alternativa, pero de cara a nuestra historia, génesis y doctrina elegimos ser, no un partido de centro, sino uno de vanguardia. Por que las aguas tibias se escupen, tenemos la determinación de estar junto a la comunidad -objetivo y base del Estado- poniendo nuestra juventud, destrezas y conocimiento al servicio de esta a través de la organización social y de una efectiva democracia política y económica.
Es nuestro tiempo, el de todos, el de los Demócrata Cristianos, que sumados, juntos con un propósito común, desprovistos de añejas formas de hacer política, construiremos una juventud, un partido y un país más humano, más solidario, mas cristiano, más demócrata, más justo y participativo.
El desafió es entender que como diría Eduardo Frei Montalva, que “Es tiempo de Ser Protagonistas”, de acabar la larga travesía de la indiferencia con la toma de las decisiones, Es tiempo de conquistar los espacios donde se toman las decisiones, se acabo el tiempo de todos quienes entendieron la juventud como un lugar de trabajo,
Empoderemosnos de un Chile que es nuestro. Que en cada rincón de este país se conozca a los Nuevos Políticos Demócrata Cristianos, que están vivos, que no son más de lo establecido. La tarea implica ceder una vez más parte de nuestra libertad personal, pero como no acceder si entendemos este camino como una evangelización permanente de la política
Si no es ahora... ¿Cuándo? / Si no es aquí... ¿Dónde? / Si no es nosotros... ¿Quién?
Te Invitamos
Súmate y Visítanos en www.jdcactiva.blogspot.com
E-mail jdcactiva@gmail.com
Estamos llamados a reconstruir la reserva ética del partido, después de años de silencio y complicidad mal entendida, que a partir de nuestra propia coherencia y estilo pasemos a ser el aguijón y exigencia permanente a la JDC y al partido en general, que no le permita olvidar que su diario proceder debe siempre concordar con los valores y principios que ayer como hoy lo inspiran.
Con el respeto a la historia, no nos han de servir los recuerdos ni las visiones nostálgicas. Hay que ser capaces de construir con innovación y amplitud el frente juvenil que nuestro partido necesita. Necesitamos una JDC Activa, con opinión propia, por sobre las diferencias que nublan las visiones de futuro. Fortalecer lo ganado, rectificar las faltas y mirar el futuro con verdad, lealtad y renovación.
Te invitamos a discutir y a ponerte de acuerdo, a analizar y a sintetizar. Te invitamos a conversar del futuro, de derechos humanos y justicia en el siglo XXI, de pobreza y juventud, de educación, de sexualidad y SIDA, de divorcio y matrimonio, de servicio militar y objeción de conciencia, de tolerancia, homosexualidad e igualdad, de arte y cultura, democratización tecnológica, pobreza y oportunidades. Te invitamos a conversar de la Vida.
Sacudámonos el polvo acumulado, salgamos del letargo, acortemos las distancias que nos dividen y nos debilitan para decir juntos al Partido lo que queremos, lo que soñamos y lo que no nos gusta. Para llamar las cosas por su nombre, para decir que NO cuando otros por cobardía dicen que sí. para apoyar y colaborar cuando así lo amerite. Para mantener un constante cuestionamiento a lo establecido y las instituciones que nos permitan dar un nuevo rostro a la JDC, para dar vida, futuro y tiraje a un partido que se muere de viejo y latero, a un partido que simplemente ya no encanta.
Te invitamos a trabajar, a construir un nuevo espacio, a ganar lo que no nos quieren dar pero que nos pertenece por derecho. Te invitamos a expresarte, a dar tu opinión, a decir la verdad con la frente en alto y sin miedo. Te invitamos a volar, a soñar a ser jóvenes en un partido que simplemente no queremos que se marchite y desaparezca sin nosotros.
Se requiere la capacidad de liderar temas, abordar con seriedad aquellos que implican causas por las cuales nuestra misión nos exige. El hoy nos pide profundizar la democracia, más allá de entenderla como el ejercicio de nuestros derechos ciudadanos. Cuando 2.500.000 de Chilenos no esta inscrito en los registros electorales, otro millón vota nulo, blanco o se abstiene de hacerlo. Debemos a lo menos tener la humildad y visión suficiente para preguntarnos en que estamos errando. Debemos cuestionar en lo más profunda las raíces de la forma en que hemos y han construido el sentido de política los últimos quince años.
Transformarlo en una constante es considerar a la democracia como un espacio pleno de participación, sea esta en las poblaciones, colegios, liceos y universidades, los gremios y el propio partido. Ser capaces de ir más allá del impulso utópico y mesiánico. El empleo juvenil, fuera del contexto del mercado que entiende a la juventud en vías de preparación para insertarse al sistema productivo. Saber representar los intereses de una juventud desencantada, que no es el escaso numero que hoy se inscribe para votar. Hay otros que claman en silencio una cuota de participación.
La nuestra es una invitación a dejar de ser un partido de centro, Don Jaime Castillo Velasco decía que esa era una alternativa, pero de cara a nuestra historia, génesis y doctrina elegimos ser, no un partido de centro, sino uno de vanguardia. Por que las aguas tibias se escupen, tenemos la determinación de estar junto a la comunidad -objetivo y base del Estado- poniendo nuestra juventud, destrezas y conocimiento al servicio de esta a través de la organización social y de una efectiva democracia política y económica.
Es nuestro tiempo, el de todos, el de los Demócrata Cristianos, que sumados, juntos con un propósito común, desprovistos de añejas formas de hacer política, construiremos una juventud, un partido y un país más humano, más solidario, mas cristiano, más demócrata, más justo y participativo.
El desafió es entender que como diría Eduardo Frei Montalva, que “Es tiempo de Ser Protagonistas”, de acabar la larga travesía de la indiferencia con la toma de las decisiones, Es tiempo de conquistar los espacios donde se toman las decisiones, se acabo el tiempo de todos quienes entendieron la juventud como un lugar de trabajo,
Empoderemosnos de un Chile que es nuestro. Que en cada rincón de este país se conozca a los Nuevos Políticos Demócrata Cristianos, que están vivos, que no son más de lo establecido. La tarea implica ceder una vez más parte de nuestra libertad personal, pero como no acceder si entendemos este camino como una evangelización permanente de la política
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